El Espíritu Santo, argumentos bíblicos y miradas cristianas de oriente y occidente.

1. Argumentos Bíblicos y Lingüísticos

A. Antiguo Testamento

  • Término Hebreo: Ruaj HaKodesh (רוח הקודש):
    • Génesis 1:2: "Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios (רוּחַ אֱלֹהִים, Ruaj Elohim) se movía sobre la faz de las aguas." Aquí, "Ruaj Elohim" es visto como una referencia al Espíritu Santo. La presencia del Espíritu en la creación implica su naturaleza divina, pues está asociado directamente con el poder creador de Dios.
    • Salmo 104:30: "Envías tu espíritu, son creados; y renuevas la faz de la tierra." Este versículo destaca el papel del Espíritu en la creación y renovación de la vida, funciones que en la teología judía y cristiana se atribuyen exclusivamente a Dios.
    • Isaías 63:10-11: "Mas ellos fueron rebeldes e hicieron enojar su santo espíritu (רוח קדשו, Ruaj Kodsho); por lo cual se les volvió enemigo, y él mismo peleó contra ellos." Aquí, el Espíritu Santo es visto como una manifestación de la presencia divina, que puede ser entristecida por el pecado, lo que subraya su personalidad y santidad divinas.

B. Nuevo Testamento

  • Divinidad y Persona del Espíritu Santo:
    • Mateo 28:19: "Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo." La fórmula trinitaria utilizada en el bautismo coloca al Espíritu Santo en igualdad con el Padre y el Hijo, lo que sugiere claramente su divinidad.
    • Hechos 5:3-4: "Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad? [...] No has mentido a los hombres, sino a Dios." Este pasaje es una de las declaraciones más explícitas de la divinidad del Espíritu Santo, identificándolo directamente con Dios.
    • 1 Corintios 3:16-17: "¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios lo destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es." Aquí, Pablo describe a los creyentes como templos de Dios debido a la presencia del Espíritu Santo en ellos, implicando su naturaleza divina.

2. Interpretaciones Cristianas de Oriente

A. Padres Capadocios y la Teología Apofática

  • San Basilio el Grande:
    • En su tratado "Sobre el Espíritu Santo", San Basilio argumenta que el Espíritu Santo es consustancial (homoousios) con el Padre y el Hijo. Explica que la adoración del Espíritu es inseparable de la adoración del Padre y del Hijo, pues negar la divinidad del Espíritu sería destruir la unidad de la Trinidad.
    • Cita relevante: "Del mismo modo que el bautismo y la adoración en el nombre del Padre y del Hijo no nos dan tres Dioses, tampoco la mención del Espíritu añade otro Dios. En lugar de pensar en tres diferentes, entendemos el mismo nombre en tres formas." (Cap. 10).

B. Liturgia e Iconografía

  • En la tradición ortodoxa, el Espíritu Santo es continuamente invocado en la liturgia y venerado en la iconografía, lo que refuerza su divinidad. La liturgia de San Juan Crisóstomo, por ejemplo, invoca repetidamente al Espíritu Santo como dador de vida, lo que es un atributo divino.
  • Filioque y Procesión: Mientras que en Occidente se enfatiza la procesión del Espíritu del Padre y del Hijo (Filioque), en Oriente se mantiene la fórmula original del Credo Niceno-Constantinopolitano: "que procede del Padre". Ambas tradiciones, sin embargo, reconocen su divinidad y su coeternidad con el Padre y el Hijo.

3. Interpretaciones Cristianas de Occidente

A. Teología Escolástica

  • Santo Tomás de Aquino:
    • En la Suma Teológica, Santo Tomás argumenta que el Espíritu Santo es la "espiración" del amor entre el Padre y el Hijo. Al ser el amor en su perfección, el Espíritu Santo es necesariamente divino porque Dios es amor (1 Juan 4:8).
    • Cita relevante: "El Espíritu Santo es el amor subsistente, el nexo que une al Padre y al Hijo. Por tanto, puesto que la esencia de Dios es el amor, el Espíritu Santo debe ser consustancial con el Padre y el Hijo." (Suma Teológica, I, q. 37, a. 2).

B. Perspectiva del Filioque

  • La inclusión del "Filioque" en el Credo refuerza la unidad de la Trinidad en la teología occidental, subrayando que el Espíritu Santo no es una creación o emanación, sino que comparte la misma naturaleza divina con el Padre y el Hijo.
  • Concilio de Florencia (1439): Este concilio declaró que "el Espíritu Santo procede eternamente del Padre y del Hijo como de un solo principio y por una sola espiración." Esta definición reafirma la divinidad del Espíritu y su lugar en la Trinidad.

4. Interpretaciones en Teología Avanzada

A. Karl Barth

  • Dogmática de la Iglesia:
    • Barth ve al Espíritu Santo como Dios en acción. Él argumenta que la obra del Espíritu es lo que hace que la revelación sea efectiva en los corazones humanos. La divinidad del Espíritu es esencial porque sólo Dios puede iluminar y transformar el corazón humano para recibir la revelación de Cristo.
    • Cita relevante: "El Espíritu Santo es la presencia de Dios mismo en la vida del creyente, haciendo posible la fe y la obediencia. Es Dios actuando aquí y ahora, aplicando la redención en aquellos que son llamados." (Dogmática de la Iglesia, IV/3).

B. Hans Urs von Balthasar

  • Teología Estética:
    • Von Balthasar describe al Espíritu Santo como el "vínculo de amor" entre el Padre y el Hijo, un amor que no es simplemente una fuerza, sino una Persona divina. Para él, el Espíritu Santo es quien revela la belleza y la gloria de Dios en el mundo y en la vida de la Iglesia.
    • Cita relevante: "El Espíritu Santo es el revelador de la belleza divina, aquel que ilumina el rostro de Cristo y lo muestra como la imagen perfecta del Padre." (La Gloria del Señor, Vol. 1).

5. Perspectiva Filosófica

  • Trinidad Ontológica y Trinidad Económica:
    • La filosofía teológica distingue entre la Trinidad Ontológica (Dios en sí mismo) y la Trinidad Económica (Dios en su relación con el mundo). En la Trinidad Ontológica, el Espíritu Santo es consustancial con el Padre y el Hijo, lo que significa que comparte la misma naturaleza divina. En la Trinidad Económica, el Espíritu Santo es visto como la fuerza que opera en la historia de la salvación, llevando a cabo la voluntad del Padre y del Hijo.
    • Relación con la Filosofía Griega: Los Padres de la Iglesia utilizaron conceptos filosóficos griegos como "ousia" (esencia) y "hypostasis" (persona) para explicar la Trinidad. El Espíritu Santo es visto como una hypostasis distinta, pero que comparte la misma ousia que el Padre y el Hijo, lo que subraya su divinidad.

Resumen Simple

La divinidad del Espíritu Santo se fundamenta en una combinación de evidencias bíblicas, donde se le identifica explícita e implícitamente como Dios, y en el desarrollo teológico y filosófico de las tradiciones cristianas de Oriente y Occidente. En Oriente, se destaca la experiencia mística y litúrgica del Espíritu como Dios, mientras que en Occidente, se enfatiza su procesión del Padre y del Hijo y su rol en la vida trinitaria. En teología avanzada, se profundiza en su papel en la revelación y la salvación, subrayando su esencialidad en la vida cristiana. La perspectiva filosófica apoya estas interpretaciones al describir la unidad de la Trinidad en términos de esencia y relación. 

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